Òrúnmìlá, Eleri-Ipin.
Òrúnmìlá, la deidad yorùbá de la sabiduría, es indudablemente, el más sabio e influyente entre todos los Irúnmolè.
Òrúnmìlá, trajo el Ifá, los mensajes codificados de Òlódùmaré a este mundo.
Virtualmente todos los Irúnmolè y los Òrìsà descansan sobre Òrúnmìlá por su alimentación diaria, su vestimenta y su existencia. es mayoritariamente llamado y de manera indistinta por los dos nombres, Ifá y Òrúnmìlá, aunque existen linajes en donde también lo llaman Èlà, los cuales son el centro de la controversia. Cierto número de escritores caen en el erróneo punto de vista al decir que el nombre de Òrúnmìlá se refiere exclusivamente al sistema de adivinación. De este modo rev. E. M. Lijadu llama Ifá a el mundo de la adivinación el cual proviene de Òrúnmìlá. Rev. D. Epega confirma tener el mismo punto de vista cuando dice:
“Las instrucciones recibidas de Òrúnmìlá son llamadas Ifá y, son tantas y tan variadas, que nadie puede conocerlas todas”. J. D. Clarke mantiene una opinión parecida.
El hecho confirma las investigaciones, sin embargo, es que los dos nombres, Ifá y Òrúnmìlá se refieren a la misma deidad. Pero mientras, el nombre de Ifá se refiere a ambas cosas, a la deidad y a su sistema de adivinación. La mayor parte de los sacerdotes y/o sacerdotisas de Ifá (Babaláwos e Iyaonifas), mantienen este punto de vista. Así mismo corroborado por Bascom cuando dice:
“la palabra Ifá es usada para referirse tanto el sistema de adivinación como a la deidad que lo controla; y esta deidad es conocida también como Òrúnmìlá«.
Un examen mas riguroso del Corpus Literario de Ifá muestra que los dos nombres, Ifá y Òrúnmìlá, son utilizados para referirse a la deidad, mientras que Ifá es usado también como sistema de adivinación.
Teniendo en cuenta el hecho de que casi todos los nombres yorùbás tienen un significado, se puede comprender porque se ha buscado un posible significado etimológico al nombre de Ifá. Algunos escritores dicen que la palabra Ifá proviene de la raíz “fa” que significa “recoger” o en un sentido idiomático “abrazar” o “contener”. Algunos sacerdotes de Ifá no parecen estar demasiado informados acerca del origen etimológico de la palabra Ifá. Así Chief Fágbèmíi Ajànàkú, el gran sacerdote del culto de Ifá en Lagos, escribe:
“Nítorí pé kó sí ohun tí òrò olórun kò fá tán, ni wón se pè é ifá” (esto es porque no hay nada que la palabra de dios (ej. Ifá), no alcance, por eso se llama Ifá). No hay nada tampoco en los mitos de Ifá o en el mismo cuerpo de Ifá que corrobore este punto de vista.
Algunos estudiosos han tratado de buscar en el origen etimológico del nombre Òrúnmìlá. Una interpretación común del nombre Òrúnmìlá es “òrun-l’ómo-eni-tí-o-lá” (solo el cielo (Dios) sabe quiénes se salvaran). Este significado es erróneo porque no está basado en un análisis lógico, y es extraño que algunos lo hayan aceptado sin cuestionarlo. Este significado no es válido dado que no es posible encontrar la huella etimológica de nombres tan antiguos como Ifá y Òrúnmìlá, especialmente desde el punto de vista estructural de las palabras dado que no se permite un análisis simplificado.
Otro posible significado de la palabra Òrúnmìlá seria de la compresión de “òrun-mi-Elá”, la cual puede incluso llegar a justificar el porqué se asocian los conceptos o figura, de Òrúnmìlá y de Èlà, ya que el mismo nos indicaría (la comunicación entre el cielo y yo a través de Èlà), aunque nosotros entendemos que esta figura de Èlà, así como el propio Ifá son entes , espiritualidades, procesos independientes con entidad propia, pero muy interrelacionados entre si.
Normalmente Òrúnmìlá e Ifá se usan intercambiablemente. Esto sin establecer que, Òrúnmìlá fue la personalidad que trajo el Ifá al mundo, mientras que Ifá es el Arte que el trajo de Òlódùmarè para guardar y guiar a los seres humanos en la tierra. Ifá es simplemente las palabras directas de Òlódùmarè traídas por Òrúnmìlá para el beneficio de la humanidad. Òrúnmìlá es también el testigo donde los seres humanos eligen su destino.
Historia de Òrúnmìlá
Uno de estas historias nos habla como Òrúnmìlá (Espíritu del Destino) dijo adiós a su familia en Ilé Ifè en el día en el que comenzó su búsqueda de awo ‘lówó (Misterio de la abundancia). Después de una larga y difícil búsqueda descubrió awo ‘lówó (Misterio de la abundancia) en el país gobernado por Olókun (Espíritu del Océano). Fue Olókun quien pasó siete años instruyendo a Òrúnmìlá en awo ire (Misterio de la buena fortuna).
Òrúnmìlá dijo adiós a Olókun en el día en el que se estaba preparando para regresar con su familia en Ilé Ifè. Apenas antes de irse, Òrúnmìlá preguntó a Olókun si tenía algunas últimas palabras de sabiduría para compartir. Olókun dijo que había tres cosas que nunca debería hacer mientras viajaba a Ilé Ifè: Nunca debería dejar el camino, nunca debería ofrecer comida a un extraño y nunca debería levantar su cuchillo con cólera.
Mientras que Òrúnmìlá se abría camino a través del igbó (bosque), oyó una discusión en los matorrales al costado del camino. Al acercarse a la conmoción pudo oír que alguien llamaba pidiendo ayuda. Òrúnmìlá levantó su pierna para salirse del sendero, y en ese momento recordó las palabras de Olókun. En vez de ayudar continuó rápidamente su camino.
A la entrada de la próxima aldea, le contó al centinela el disturbio que había visto al costado del camino. Òrúnmìlá sugirió que alguien de la aldea fuera enviado para ofrecer ayuda. El centinela le dijo a Òrúnmìlá que los bandidos de la región usaban un grito de ayuda desde los matorrales como una trampa para atraer a los viajeros inocentes al peligro.
Òrúnmìlá encontró una posada cerca del centro de la aldea y entró para comer. Cuando se sentó para que le sirvieran, vio a un viejo sentado en el centro de la sala. El viejo tenía una cadena alrededor de su cuello que estaba unida a la pared. Todos en la sala parecían ignorarlo mientras que él mendigaba comida. Cuando un plato de sopa fue colocado enfrente a Òrúnmìlá , éste se dispuso a ofrecerle al viejo una porción de su comida. Recordó entonces las palabras de Olókun y decidió no compartir su comida.
Dirigiéndose de nuevo hacia el sendero, Òrúnmìlá se detuvo y preguntó al centinela sobre el viejo que estaba encadenado a la pared de la posada. El centinela le dijo a Òrúnmìlá que el viejo era Ikú (Espíritu de la Muerte). También le dijo a Òrúnmìlà que quienes ofrecen comida a Ikú están invocando su propia muerte.
Òrúnmìlá cruzó las puertas de Ilè Ifè y se dirigió directamente a su recinto. Al acercarse a su casa vio a su esposa sentada en un taburete. Ella estaba hablando a un joven buen mozo, quien se inclinó y la besó en la mejilla. Òrúnmìlá sacó su cuchillo de la bolsa y se abalanzó sobre el joven buen mozo. En el momento en que estaba levantando el cuchillo para atacar oyó que su esposa decía: A dúpé omò mi lo que quiere decir «gracias hijo mío».
Desde ese día Òrúnmìlá siempre ha alabado el nombre de Olókun. Aquellos que alaban a Òrúnmìlá dicen Òrúnmìlà Ifà Olókun a-sòrò-dàyò, lo que quiere decir «El Espíritu del destino tiene la Sabiduría del Espíritu del Océano que siempre provee abundancia».
Otras historias acerca de Òrúnmìlá nos dicen que él en compañía de otras deidades mayores llegaron a la tierra desde el cielo a Ifè, lugar que el pueblo yorùbá pensaba que era el origen de la humanidad. Los dioses fueron enviados desde el cielo a Ifè principalmente para establecer orden en la joven tierra. Ifá jugó el papel mas importante en este mandato divino gracias a su gran sabiduría. Después de esta permanencia de Ifá en Ifè, vivió en un lugar conocido como òkè ìgètí. Es por eso que uno de sus nombres es Okùnrin kúkúrú òké ìgètí (el pequeño hombre de la colina de Igètí ).
Felà Sówánde nos advierte que no debemos pensar que el Ifè mencionado en este mito es el actual. Él escribe: el verso de Ifá se refiere a siete Ifè’s. El primero, y posiblemente el verdadero es Ifè-Oòdáyé. Otros son Ifè-Nleere, Ifè-Oòyèlagbòmoró, Ifè-Wàrà, Otù-Ifè, Ifè-Oòrè e Ifè-Oòjó.
Las leyendas dicen que después de una larga estancia en Ifè, Ifá se traslado a Ado. Se cree que Ifá paso la mayor parte de su vida en la tierra de Ado. Es probable porque hay un verso que dice “Adó n’ilé ifá” (Ado es el hogar de ifá). Pero no se sabe a cual de los dos Ado se refiere la literatura oral yorùbá –Adó-Ékìti y Adó-Áwáyè- en este verso. El Cuerpo Literario de Ifá está, sin embargo, tan repleto de nombres de lugares de la zona Ékìtì que uno se inclina a pensar que Ado-Ekìtì es mas probable que sea.
Nosotros también sabemos por estas leyendas, que Ifá tenía ocho hijos y un gran número de discípulos a quienes les enseño los secretos de la adivinación. Seis de los ocho hijos tienen nombres de los reyes de Ékiki: Alara, Ajero, Ontaji, Oloye-Moyin, Elejelu-Mope y Alakegi. Los otros dos son Olowo (parecido al título del rey de Owo), y Owarangun (parecido al título Orangun, rey de Ilá y al título de Owa rey de Ilesa).
Los ocho hijos nacieron cuando Ifá residía en Ifè. Todos ellos llegaron a ser personajes importantes y mas tarde se dispersaron a varias zonas de la tierra yorùbá.
Según los mitos, hubieron ocasiones en que al no existir barreras entre el cielo y la tierra Ifá era llamado al cielo por Olódùmaré (Todopoderoso Dios), para utilizar su gran sabiduría y solucionar problemas a Olódùmaré. Òrúnmìlá, un dia regresó definitivamente al cielo agraviado por un insulto que le hizo uno de sus hijos.
Al poco tiempo después de esto, la tierra se vio azotada por una gran confusión. Hambre y peste sacudieron la tierra. Tan grande fue la calamidad que el ciclo de fertilidad del ser humano fue interrumpido.
Aboyún kò bí mó àgàn kò t’owo àalà b’osùn.
(Las mujeres embarazadas no parirán; las mujeres estériles seguirán siendo estériles).
Pasado algún tiempo los habitantes de la tierra decidieron poner remedio al problema enviando a lo ocho hijos de Òrúnmìlá al cielo para que rogaran a su padre que volviera a la tierra. Así los hijos fueron y cuando llegaron al cielo ellos encontraron a Ifá al pie del tantas veces subido árbol de la palma el cual tenia ramas en este sentido y que hasta entonces tenia dieciséis ramas que parecían cabañas. Rogaron a ifá que volviera a la tierra pero él se negó. Ifá, sin embargo, dio a cada uno de sus hijos dieciséis nueces de palma y dijo:
– ÌWÒRÌ MÉJÌ –
B’ é e bá délé,
b’ é e bá f’ ówó ó ní,
eni t’ é é máa bi nù-un.
B’ é e bá délé,
b’ é e báa f’áyaá ní,
eni t’ é é máa bi nù-un.
B’é e bá délé,
b’é e bá f’ómo ó bí,
eni t’ é é máa bi nù-un.
Ilé l’e bá féé kó láyé,
eni t’ é máa bi nù-un.
Aso l’e bá féé ní láyé,
eni t’ é é máa bi nù-un.
Ire gbogbo t’ é e bá féé ní láyé,
eni t’é é máa bi nù-un.
Cuando regreses a casa,
si tu quieres tener dinero,
esa es la persona a quien tienes que consultar.
Cuando regreses a casa,
si tu quieres tener esposas
esa es la persona que tienes que consultar.
Cuando regreses a casa,
si quieres tener hijos,
esa es la persona que tienes que consultar.
Si quieres construir casas en la tierra,
esa es la persona que tienes que consultar.
Si tu quieres tener vestidos en la tierra,
esa es la persona que tienes que consultar.
Para todas la cosas buenas que quieras tener en la tierra,
esa es la persona que tienes que consultar.)
Cuando los hijos de Ifá volvieron a la tierra, empezaron a usar las dieciséis nueces de palma para la adivinación. Estas eran el símbolo de la autoridad de Ifá dada a sus hijos para continuar ejerciendo la adivinación en su ausencia. Las dieciséis nueces conocidas como ikin Ifá ha sido utilizadas desde entonces hasta hoy como una parte importante del sistema de adivinación de Ifá. La ausencia de Ifá de la tierra es otro tema desde que los hijos y discípulos de Ifá podían comunicarse con él a través de los ikin y los otros instrumentos de adivinación.
Esta ultima historia es extraído del signo Ìwòrì Mèjí y empleado en una de las etapas de nuestra iniciación de Ifá.
Durante el inicio de la vida, habían 401 Irúnmolès, como ya hemos tratado, que acostumbraban a bajar del cielo a la tierra para cumplir una misión en particular, después de la cual ellos podrían subir al cielo, siempre antes de cumplir su misión, era conducta habitual, el pasar por casa de Òrúnmìlá y consultar a Ifá, para saber que debían hacer para tener éxito en su misión.
Òrúnmìlá es el mayor intérprete de la sabiduría del oráculo de Ifá, de los cantos poéticos, así como de pasajes que han contribuido por más de mil años a la salvación del destino de muchas personas en el mundo. Su poder y conocimiento han permitido desde la instauración de reinados hasta conocer todos sobre los aspectos para mejorar la vida. En sus ritos ceremoniales se le conoce como el que aprende todos los idiomas, el que trae la pacificación o reconciliación, hombre poderoso que sopla el tronco del elefante y el que pelea con la muerte para salvar a sus hijos.
Dentro del culto Yorùbá, la reverencia es un factor de gran importancia. Esta debe ser honesta y verdadera hacia los ancestros, Olódùmarè, Ifá, los verdaderos principios de la fe. Un ejemplo de fe y reverencia es saludar a Ifá en la mañana por los seguidores de Ifá, de la misma manera que el tórtola saluda a Ifá todas las mañanas para pedirle que intervenga en su vida.
Òrúnmìlá protege a sus hijos de todo daño y maldad. Ifá advierte que mientras más daño le hacen a un hijo de Òrúnmìlá, este hijo se embellece y todo lo malo se convertirá en bueno, pero no podrá despreciar o hablar mal de las personas y tendrá que ser honesto y sincero en Ifá y en su vida, es decir, tener un buen comportamiento.
En el Odù Ogbè Òsé Ifá habla sobre las circunstancias en que se puede encontrar un persona, como fue el caso de los tres pájaros devotos a Ifá: turako azul, turako rojo y el loro africano (Yaco de cola roja) los cuales estaban siendo atacados por la maldad y siguieron las diferentes recomendaciones de Ifá y toda la maldad que recibieron se convirtió en bien Ifá los embelleció y a su vez fueron prósperos.
Òrúnmìlá, en cada adivinación, resalta la importancia de hacer sacrificio y entender las recomendaciones para un buen Iwa (carácter) como forma de vida. También habla de la importancia de los tabú que Ifá impone, ya que el incumplimiento de los mandamientos Ìká Fún o de las prohibiciones del signo de Ifá, provocarán que Òrúnmìlá retire su apoyo a las personas, incluso siendo sacerdotes de Ifá.
Símbolos de Òrúnmìlà
Òrúnmìlá e Ifá son representados a través de;
- Ikin Ifá (la Semilla Sagrada de la Palma).
- cuentas de Otùtú.
- Ìkóké.
- Irufa.
- Òpèlè.
Ojúbo (altar)
El altar de Òrúnmìlá está dentro del contenedor habitable del Ikin Ifá denominado Ajere (conocido como batea o sopera en la cultura afro-cubana). Alimentando a Òrúnmìlá se alimenta a Ikin, el representante. En ausencia de Ikin, podemos alimentar a Ifá mediante el suelo o la madre tierra simplemente colocando todos los materiales en el monte y llamando a Ifá para que venga y se haga cargo de los procedimientos.
Materiales de alimentación:
Para despertar Ifá a través del Orun Ifá (Ciclo de rezos de cada cuatro días):
- Obì àbàtà (Nuez de kolá).
- Orógbó (Nuez de kolá amarga).
- Ataare (Pimienta de lagarto o de guinea).
- Otí (Licor).
- Oyin (miel).
- Iyò (Sal).
- Àgbon (Coco).
- Ori (Manteca de cacao).
Para propiciar (Akulebo / ibo):
- Epo pupa (Aceite de palma rojo).
- Àmàlà (guisado de harina de ñame).
- Iyán (puré de ñame).
- Okà (guisado de harina de yuca).
- Eku (Rata).
- Eja (Pescado).
- Eyelé (Paloma).
- Àkùko (Gallo).
- Obí adìye (Gallina).
- Etù (Guineo – Guinea).
- Ewúré (Cabra, chiva).
- Elédè (Cerdo).
- Àgbò (Carnero).
- Maalu (Vaca).
Tabúes
- Aceite de semilla de palma refinado.
Modo de alimentar a Ifá
Ifá se alimenta sentado o arrodillado.
Otras formas de llamar a Òrúnmìlà
Àáyán – awo – inú – igbó. El Árbol de Ayan es el Misterio del Sanctum Internodel Sagrado Bosquecillo.
A-bá-mò-ó-tán-ìbá-se. Tener Conocimiento Pleno de Usted es ser Exitoso.
Agbónire. Cazador de Buena Fortuna.
Adéseék. La Corona es Digna.
Agbónìrègún. Cazador de la Medicina de Buena Fortuna.
Aje – ju – Oogùn. Más bueno que la Medicina.
A – kò – mò – ó – tán. No Tener Conocimiento Lleno de Usted es Fallar.
Amáiyégún. El Guardián de la Medicina en la Tierra.
Amodídá. Uno Que Corta a través de la Enfermedad.
Amòlà Ifè Owòdáyé. «El Salvador de Ifè de los Primeros Días.
A – sòrò – dayò. Uno Que Hace las Cosas Prósperas.
Èlà. Espíritu de la Pureza, la Primera Reencarnación del Espíritu del Destino(Òrùnmílá).
Elérìn-ìpin. Testigo del la Creación.
Ibìkejì Èdùmàrè. Segundo del Creador.
Ifá. La sabiduría de la Naturaleza.
Ifá Olókun. Adivino del Mar.
Ká – mò – ó – ka – là. Quien sabe será salvado.
Ló – l’òla. Amo de mañana.
Ló – l’òní. Amo del Día.
Ló – lòtunla – pèlu – è. Amo de pasado mañana.
Obírítí. La Inmensa Órbita.
Olónìímoro. El dueño de la Limpieza.
Olúmmaàmi Òkítíìrí. El Jefe que Advierte.
Olùnrin – dúdú – òkè – Ìgèté. El Hombre negro de la Colina de Igeti.
Olúwà – mi – àmò – imò – tán. Quién Mejor Entiende la Fuente del Ser.
Onílégangan – ajíkí. El dueño del Espíritu del Tambor Tradicional que se saluda primero.
Òpè. El Árbol de la palma.
Òsígbìwa. El que trae el camino de la mano derecha.
Oyáhó.
Òyìnsèsè. «El que trabaja con la miel.»
Ti npojó ikú dà. El Cambiador del día determinado de Muerte.
Ifá, ¿Que es Ifá?
Muchos son los que lo han definido, y muchas las definiciones dadas, código, mensaje, conjunto de signos, profecías, etc; IFÁ, es, en un contexto amplio, la palabra de Olódùmaré, sus dictámenes, su descripción sobre los procesos y elementos de su creación, es el manual de instrucciones, de manejo y de montaje, de aquello que llamamos universo, mundo, existencia, vida, etc.
Ifá es el conocimiento donde recogemos todo fenómeno, todo avatar y todo hecho en génesis, crecimiento, desarrollo y vivencia; Es una herramienta para nuestra vida práctica y proyección.
Ifá es el código que nos es entregado para interpretar y conocer el mensaje de Olódùmaré, este mensaje nos da en todo momento las claves de nuestros objetivos, nuestras metas y las funciones que debemos cumplir en el transito de nuestra vida terrenal.
Para hablar del culto a Ifá, debemos saber primero que o quien es Ifá, quien es Òrúnmìlá.
Existen dos corrientes que intentan explicar quien es y su origen.
1ª Tradicionalista
2ª Analítica.
Muchos son los historiadores y antropólogos que han estudiado los orígenes de Ifá y su hábeas.
- Abimbola
- AfalobiEpega
- William Bascom
- Abolato entre otros.
TRADICIONALISTA
Nos indica que Ifá es el mensaje de Olódùmaré para toda la humanidad. Establece que este mensaje fue traído por un profeta Òrúnmìlá Y que este bajo a la tierra en Ilé Ifè y desde allí propago la palabra de Ifá.
El Dr. Abimbola, Catedrático en la universidad de Boston de antropología africana, resume la mitología Yorùbá indicando que Òrúnmìlá bajo a la tierra por una cadena que la deidad Ògón coloco para ello desde el cielo hasta Ilé Ifè. Así establece que cada divinidad que bajo del cielo a la tierra, lo hizo con una misión marcada por Olódùmaré, según esto:
Ifá: Divinidad que estuvo presente en todas las decisiones que tomaron los hombres para elegir su destino.
Ògún: Poder físico bravura y valentía para enfrentar problemas bélicos.
Òrúnmìlá: Sabiduría y conocimiento, se cree que estuvo junto a Olódùmaré en el momento de la creación, siendo testigo de ella, de ahí su sabiduría.
Una visión mas apostolar marcada por el mismo Dr. Abimbola indica que Òrúnmìlá vivió en Ilé Ifè y desde ahí propago la palabra de Olódùmaré “Ifá”por todo el mundo Yorùbá
TEORÍA ANALÍTICA
El Olúwo Afalobi Epega indica que se inicia en los años 3000 al 5000 AC ya que se encuentran símbolos de Ifá en las pirámides de Egipto semejantes a los Odùs.
Olumide J.Lucas, establece su origen en el antiguo Egipto y que desde allí bajo al resto de África desarrollándose en la parte centro – Sur de África (Nigeria) y perdiéndose en Egipto por la acción de otras civilizaciones.
Según esta teoría;
Ifá es el código o conjunto de símbolos que comprenden filosofía, esoterismo, magia y que nos permite comprender la religión Yorùbá e interpretar la palabra de Olódùmaré, y nos indica lo que debemos hacer y como hacerlo.
Òrúnmìlá es el 2º en importancia por haber sido testigo de la creación, conoce el origen y destino de todas las deidades y seres humanos.
Interactua a través de Ifá con el medio, con el sistema religioso, interpretando los oráculos y junto a Èsù Odara realiza las transformaciones, por tanto se sirve de Ifá para poder revelar a los seres humanos su destino y facilitar su conocimiento y su cumplimiento.
Ifá a través de un Awo, ayuda a la compresión de los procesos del alma, como veremos es una herramienta, una cabo la que refleja los aspectos interiores y místicos de la religión yorùbá. Nos permite corregir y mediar ante Olódùmaré, los Òrìsàs o los Ancestros, por y para el ser humano.
IFÁ, es un código compuesto por un conjunto de 256 signos u Odùs. Estos Odùs están formados por 2 patas de 4 segmentos cada una. Estos segmentos a su vez tienen dos posiciones u opciones posibles de presentarse, abierto o cerrado; blanco u oscuro, I o 0, I o II.
Estos 256 signos, se organizan en 16 signos u Odùs, definidos Méjìs, Mellis, Meyis, que en yorùbá significa; iguales, idénticos, pareja, o el número dos, que presentan la peculiaridad que sus patas son iguales. Estos son también definidos o conocidos como los reyes de IFÁ, de la combinación entre ellos se desprende la obtención de 240 odùs mas, para formar el conjunto completo del código de IFÁ, al cual, como hemos indicado lo forman 256 Odùs.
Por tanto y como resumen de dicha definición, podríamos decir que IFÁ es el mensaje que Olódùmaré lego a la humanidad, con la explicación de sus creaciones, de sus criaturas, sus fenómenos, e incluso, comportamientos, actitudes, fenómenos ambientales, y hasta las descripciones de las distintas formas de adoración hacia el, pues Ifá nos habla desde cómo se originaron las cosas, como debemos desarrollar nuestro comportamiento y actitud en nuestra vida, así como da explicaciones de interioridades de líneas religiosas alejadas, como puede ser la católica, musulmana, etc. Mensaje que viene cifrado o contenido en Odùs de Ifá, que son los portadores de dicho código.
La forma en la que los mensajes son dados, es reflejada en historias, muchas de ellas con el empleo de parábolas, de símiles, de metáforas, de muchas licencias literarias, que enriquecen y dan mayor profundidad al mensaje. Estas historias son definidas como “ESES”, y un odù de Ifá está compuesto o formado por cientos de eses, o de historias.
Los protagonistas, hechos y co-protagonistas de dichas historias, son desde personas, hasta elementos inanimados o fenómenos naturales, pudiendo encontrar animales, vegetales, minerales, elementos, etc. y a través de ellas nos quieren reflejar situaciones a las que en otro momento alguien se enfrento y como Ifá, a través de sus babaláwos e iyaonifas, dio unos consejos para mejorar su estado o evitar la llegada de problemas, tropiezos o perdidas.
Por tanto hemos pasado del concepto de IFÁ, al concepto de Odùs, y de estos hemos pasado a la definición de ESES, historias que deben ser desgranadas e interpretadas, buscando en esas paradojas, parábolas o metáforas, el paralelismo y la similitud con la situación a aclarar o resolver.
En este sentido, y teniendo en cuenta que IFÁ viene a aconsejarnos que normas de comportamiento deben regir nuestros actos, para poder alcanzar las bendiciones enviadas por nuestro Dios, cuando deseamos saber algo sobre lo que en nuestro futuro incierto y próximo esta por definirse, a IFÁ es a quien debe consultarse, pues es en el, donde están escritos todas estas respuestas.
Olódùmaré definió a un Òrìsà entre todos para ser su custodio, para ser aquel al cual debería acudirse para poder conocer y consultar dicho código, Òrúnmìlá, las razones por las cuales fue elegido vienen definidas en sus distintos nombres de alabanza, “Testigo de la creación”, “Poseedor de la sabiduría de Olódùmaré”, “Aquel que puede variar la hora de la muerte”, “El hombre sabio de la montaña”, etc, por ello solo Òrúnmìlá y sus sacerdotes, pueden manejar e interpretar dicho CORPUS, compuesto por 256 profetas de Olódùmaré, que vienen a dar sus enseñanzas a la humanidad, cada vez que son tefados o extraídos.
Los babaláwos e iyaonifas, como hijos de Òrúnmìlá y sacerdotes de Ifá, son los autorizados para poder realizar la invocación y extracción de esos odùs como consejos, así como para interpretarlos y desarrollarlos, en post de la mejora de las circunstancias de las personas que vienen a buscar dichos consejos.
Esto inviste a los babaláwos e iyaonifas de la mayor de las bendiciones, pero a su vez la más fuerte de las responsabilidades, y es el poder actuar y transformar, en post de la obtención de una humanidad mejor, pero a su vez les obliga a un trabajo constante y permanente en la formación, estudio, e interpretación de la única herramienta con la cuenta, para poder conseguir todo ello, al igual que sus propias bendiciones, que es el CORPUS DE IFÁ.
El proceso de adivinación, no es un proceso de encendido y apagado, no es un proceso de password y acceso a la documentación o a la comunicación, no es una llamada telefónica, es un proceso que requiere su entrenamiento, requiere su tiempo y su espacio. Es un proceso en donde debemos generar una conexión o comunicación con Òrúnmìlá (custodio y conocedor de dicho código y del destino de todas las personas), a través de una espiritualidad llamada ÈLÀ. La alimentación de dicha espiritualidad hará que nuestra conexión pase de 4 a 100 Megas, o se quede reducida a la inexistencia.
Todos los Awoses, somos hijos de Òrúnmìlá, y por tanto portadores también de esa espiritualidad “ÈLÀ”, pero y aunque en la iniciación se realiza la conexión del iniciado con dicha espiritualidad, es obligación del iniciado, mantener y alimentar dicha conexión, pues es a través de dicha conexión con “ÈLÀ” que podrá comunicarse con “Òrúnmìlá”, para poder solicitar las señas, signos o consejos que definan la situación a la que se enfrenta y las posibles soluciones de la misma.
El cuerpo literario de Ifá consta de dos partes, el Odù y el Ese. El cuerpo está dividido en doscientos cincuenta y seis volúmenes distintos llamados Odù y cada Odù está subdividido en numerosos capítulos llamados Ese. Mientras los números de Odù es conocido, el número de Ese en cada Odù es desconocido. Esto es debido al constante crecimiento del contenido del ese de Ifá, un crecimiento que seguro no afecta a la forma del texto.
Existen dos categorías de Odù. La primera categoría es el Ojú Odù/ Olodus (Méjìs o Reyes de Ifá), dieciséis en total, cuyas patas son idénticas. La segunda categoría formada por el Omo Odù o Amúlù Odù (El Odù secundario), doscientos cuarenta en total. Los Odù son considerados como divinidades en si. Los mitos de la adivinación de Ifá nos cuentan que antes de la vuelta final de Òrúnmìlá al cielo, el prometió a sus hijos y seguidores que les enviaría ciertas divinidades que podrían actuar de la misma manera que el actuaba cuando estaba en la tierra. El prometió que esas divinidades serían conocidas como Odù y que vendrían del cielo.
Cuando Òrúnmìlá finalmente fue al cielo, sus hijos y seguidores empezaron a preparar la venida de los Odù. Para los dieciséis Odù principales construyeron dieciséis tronos, uno de ellos fue decorado y situado en un lugar abierto mientras que los otros quince tronos fueron instalados alrededor de éste en forma de círculo. La gente empezó a mirar al cielo esperando la venida de los Odù. Cuando los dieciséis Odù principales llegaban del cielo, Òfún Méjì, también conocido como Òràngún Méjì, era el líder. Las categorías de los dieciseis Odù principales en el cielo era la siguiente:
1 Òfún Méjì
2 Òsé Méjì
3 Ìretè Méjì
4 Òtúrá Méjì
5 Òtúrúpòn Méjì
6 Ìká Méjì
7 Òsá Méjì
8 Ògúndá Méjì
9 Òkànràn Méjì
10 Òbàrà Méjì
11 Òwónrín Méjì
12 Ìrosùn Méjì
13 Òdí Méjì
14 Ìwòrì Méjì
15 Òyèkú Méjì
16 Ogbè Méjì
Pero cuando el Odù principal llegó a la puerta que separa el cielo de la tierra, ellos conservaron su orden de categorías por eso los dieciséis y los Odù mas jóvenes, Èjì Ogbè cruzaron al frontera a primero. Fue seguido por el Odù quince Odù y el quince por el catorce y así sucesivamente hasta que cruzó el último Odù. Inmediatamente Èjì Ogbè cruzó la frontera entró en el espacio y descendió a la tierra. Cuando la numerosa y expectante concurrencia lo vio, lo aclamaron como el rey de los Odù. Lo llevaron en hombros y lo sentaron en el gran trono preparado para el líder de los Odú, pensando que el era el mayor de todos. El segundo Odú descendió del cielo y también fue aclamado como el suplente del rey de los Odú. De este modo, el orden de los dieciséis principales Odú fue completamente cambiado, quedando el siguiente nuevo orden:
1 Èjì Ogbè
2 Òyèkú Méjì
3 Ìwòrì Méjì
4 Òdí Méjì
5 Ìrosùn Méjì
6 Òwónrín Méjì
7 Òbàrà Méjì
8 Òkànràn Méjì
9 Ògúnda Méjì
10 Òsá Méjì
11 Ìká Méjì
12 Òtúrúpòn Méjì
13 Òtúrá Méjì
14 Ìretè Méjì
15 Òsé Méjì
16 Òfún Méjì
El orden de antigüedad de los dieciséis Odù principales se ha conservado hasta hoy en día. Èjì Ogbè se le considera como el mayor de todos los Odù, así siempre que los sacerdotes de Ifá de la casta de Òfún Méjì, le aclaman como rey, dicen héèpà (Nosotros te aclamamos). Como ya hemos mencionado anteriormente, los dieciséis Odù principales son más importantes que el Odù menor. Los dieciesiéis Odù principales contienen los más importantes ese de Ifá y se considera una obligación de todo sacerdote de Ifá conocer la mayor cantidad posible de ese de esta parte del cuerpo del Odù. Como resultado de la gran atención prestada por los sacerdotes de Ifá a los dieciséis Odù principales, muchos de los ese que existen de Ifá pertenecen a esta parte del cuerpo de Odù.
Cada uno de los 16 capítulos principales de Odù se divide también en 15 sub capítulos – dando un total de 240 combinaciones Odùs. Estos 16 capítulos principales tienen dos estilos diferentes del arreglo que ha para mucho tiempo sido en uso y pasó de generaciones a generaciones. Los estilos incluyen el estilo de Ifè/Ondo y estilo de Òyó/Osun.
A. IFÈ/ONDO | B. ÒYÓ/OSUN |
1. Èjì Ogbè | 1. Eji Ogbe |
2. Òyèkú Méjì | 2. Òyèkú Méjì |
3. Ìwòrì Méjì | 3. Ìwòrì Méjì |
4. Òdí Méjì | 4. Òdí Méjì |
5. Òbàrà Méjì | 5. Ìrosùn Méjì |
6. Òkànràn Méjì | 6. Òwónrín Méjì |
7. Ìrosùn Méjì | 7. Òbàrà Méjì |
8. Òwónrín Méjì | 8. Òkànràn Méjì |
9. Ògúnda Méjì | 9. Ògúnda Méjì |
10. Òsá Méjì | 10. Òsá Méjì |
11. Ìretè Méjì | 11. Ìká Méjì |
12. Òtúrá Méjì | 12. Òtúrúpòn Méjì |
13. Òtúrúpòn Méjì | 13. Òtúrá Méjì |
14. Ìká Méjì | 14. Ìretè Méjì |
15. Òsé Méjì | 15. Òsé Méjì |
16. Òfún Méjì |
16. Òfún Méjì |
De estos dos planes arriba, existen variaciones delgadas en la orden de rango de Odù Ifá. la razón para esta variación no puede ser explicada de manera fácil en este escrito, pues corresponde a lineamientos ancestrales, que nos costarían mucho de enfocar y entender, y el objetivo era el conocimiento de estas dos líneas o estilos para determinar que uno parece ser más lógico. En nuestro linaje y an casi todo el mundo se estudia el estilo de Òyó/Osun y aconseje que el estudiante se concentre en el tipo de Òyó/Osun porque toda la información contenida en este libro y siguientes serán basados totalmente en el estilo de Òyó/Osun de arreglar Odù Ifá según su orden de la antigüedad.
Los Omo Odù también son considerados como divinidades. Como su nombre indica, ellos son vistos como los hijos de los dieciséis Odù principales. Son también conocidos como Àmúlù porque cada uno de ellos se compone de dos nombres de dos Odù principales. Por ejemplo, el primer y más importante Omo Odù es Ogbèyèkú. Este nombre es una combinación de los nombres de dos Odù, llamados Ogbè, el primer Odù, y Òyèkú, el segundo Odù. Los doscientos cuarenta menores Odù están organizados en doce grupos. Cada grupo es llamado Àpólà (Sección). Los Dieciséis grupos contienen los nombres de los dieciséis Odù principales. Ellos están dispuestos como sigue:
1 Àpólà Ogbè
2 Àpólá Òyèkú
3 Àpólá Ìwòrì
4 Àpóla Òdí
5 Àpólà Ìrosùn
6 Àpólá Òwónrín
7 Àpólá Òbàrà
8 Àpólá Òkànràn
9 Àpólà Ògúndá
10 Àpólá Òsá
11 Àpólá Ìká
12 Àpólá Òtúrúpòn
13 Àpóla Òtúrá
14 Àpólá Ìretè
15 Àpólá Òsé
16 Àpóla Òfún
Cada uno de los doscientos cincuenta y seis Odù tiene su propio signo de adivinación. Tanto los Ikines, semillas de palma sagradas como la cadena adivinatoria son usados alternativamente por los sacerdotes de Ifá para conseguir el signo de cada Odù.
IFÁ: Ese código definido como el mensaje que Olódùmaré nos dio y del cual Òrúnmìlá y sus hijos , somos los custodios, portadores, administradores e intérpretes, y cuya obligación es su estudio, interpretación y entendimiento para la ayuda de la humanidad, viene cifrado en distintos Odùs, cada uno de los cuales esta constituido por eses, eses que nos cuentan historias, muchas veces usando parábolas, donde nos narran las andanzas de esos profetas y de Òrúnmìlá, dándonos las claves para un mejor comportamiento, convivencia, actuación y acción que mejore nuestro entorno, nuestra casa, nuestro hábitat, nuestra sociedad, y por que no nuestro mundo.
Por tanto, de la manera en la que manejemos dichas eses, de la forma en la que los estudiemos y sobretodo de la manera en la que los interpretemos, obtendremos los consejos necesarios y precisos para enfocar, analizar y resolver los problemas nuestros o de aquellas personas que vengan a nuestras casa en busca de soluciones.
Como indique el análisis de los eses, sigue una estructura, la cual nos facilita su comprensión. Todos aquellos que hayan comprado el libro de Bàbá Ifáshade, podrán ver que la primera parte del libro está enfocada precisamente a ese fin, enseñar cómo interpretar un ese de Ifá, por tanto lo que les indique, y a continuación volveré a indicar, no son inventos, ni son enseñanzas de otros linajes, fueron enseñados por nuestro Àràbà, y son extraídos de ese libro y es el método que todos debemos seguir en el análisis de los mismo.
Una adivinación de Ifá puede enfocarse desde distintos puntos de vista, pues el mensaje va dirigido con un espectro amplio, de ahí su riqueza. Así, podemos enfocar un ese de IFÁ, o su mensaje desde un punto de vista metafísico, donde la demostración de las afirmaciones es más complicada, pues son mas generales. Otra de los prismas de su análisis, está en un mensaje religioso, donde nos habla de fe, de constancia en un trabajo religioso, de iniciaciones como eje en la vida, de trabajo con un pueblo, y de proliferación de un pueblo, como medio para alcanzar las bendiciones, pues en el destino de la persona estaba el cumplimiento de esas circunstancias. Pero muchas veces las personas vienen a vernos por problemas mundanos, cotidianos, diarios, hasta triviales para nosotros, pero sumamente importantes para ellos, y sus respuestas no van por el camino de un sacerdocio o una iniciación, pues o no lo tenían marcado, o su capacidad de cumplimiento de esos compromisos a lo mejor, en lugar de darles bendiciones, les pueden restar las mismas. Ese es el enfoque mas difícil, ese es el enfoque desde el cual nosotros debemos forzar nuestra capacidad de análisis, síntesis, imaginación, visión y comprensión del ese y de los elementos, animales que participan, situaciones que se dan, simbologías que utilizan, parábolas que hablan, ebos que marcan, nombres que utilizan, babaláwos que adivinan, etc; pues en estos elementos están las respuestas, los datos, las referencias y los verdaderos protagonistas de la historia.
Como hemos indicado son esos elementos, en los que se apoya el ese de Ifá y sobre los que muchas veces describe y versa la historia, los verdaderamente importantes, pues de sus características, debemos sacar datos, información, consejos, forma de actuar de desenvolvernos.
Así tenemos que en muchos eses de Ifá, la adivinación se hace para animales. La tortuga, el lobo, la gallina, el elefante, el tigre, el perro, y otros son siempre el objeto de la adivinación, pero también vemos en otros eses, que esos mismos animales son los que accionan, intervienen, o actúan en contra o a favor del objeto de la adivinación.
Siempre debemos tener en cuenta que ese animal, presentado en el ese, tiene una finalidad, no está puesto ahí al azar, su presencia suele ser debida a que sus características definen una actitud, rasgo o comportamiento, bien sea del objeto al que se está adivinando o bien sea de los elementos o personas que pueden afectar al objeto para el que se esta adivinando, y por tanto debemos observar y analizar esos rasgos para poder dar una interpretación aun más exacta o aproximada de las circunstancias y hechos que rodean.
En ese sentido y cuando IFÁ nos está hablando de un elefante debemos visionar al paquidermo en su conjunto, sus características, su forma de desenvolverse, de actuar, de comportarse con un entorno, y aplicarlo a la persona, así veríamos a una persona de corpulencia, de peso importante, de vida larga, de acciones meditadas, una persona con una buena memoria, de costumbres y de actos repetitivos, pero tendríamos también la información de un enemigo importante, que cuando ataca, lo hace con toda la seguridad y hasta el final, de enemigo capaz de arrasar lo que tengamos, de enemigo que deja marca en su paso y del cual hay que estar siempre muy pendiente, como vez hemos personalizado unas características del animal que nos permiten definir no solo a la persona objeto de la adivinación, o a los co-protagonistas de la historia, sino también definir que actitudes pueden ser las que están fallando, o por el contrario las que lo salvaran o traerán las bendiciones, esta información es fundamental para entender el ese, la historia, el consejo y sus correcciones.
De igual manera, en los eses de IFÁ, nos encontramos adivinación a objetos inanimados, a elementos naturales, a situaciones, y debemos extraer de estos elementos los mismos datos que hemos extraído anteriormente, humanizando el objeto y obteniendo así la información necesaria sobre el sujeto, sobre los acompañantes o sobre los colaterales y aplicándola así al conjunto de la historia en si.
Ojo, y que sirva como un anexo a todo lo que estamos hablando, lo normal es que siempre nos sintamos como el objeto de la información y como el centro de la acción, pero debemos hacer la interpretación en ambos sentidos y observar ambas circunstancias, con el mismo celo y detalle, puesto que si IFÁ nos habla de un enemigo poderoso, que esta confabulando contra nosotros, y al cual por su acción y nuestro sacrificio podría perder lo que busca o tiene, también debemos ver que IFÁ puede estar dándonos un toque de advertencia, donde nos hable de un sentimiento inflado de la importancia que provoque en nosotros el actuar y confabular en contra de alguien para obtener los beneficios que buscamos, advirtiéndonos que dicha acción solo puede traernos perdida. He querido hacer este inciso antes de proseguir con la interpretación de los eses de Ifá, porque considero que siempre debemos ver la información o consejo que IFÁ nos esta dando como una calle de doble vía, donde si perdemos las perspectivas no sabemos si estamos en la calle de ida o la de vuelta.
Siguiendo en nuestra interpretación debemos tener en cuenta que los textos de IFÁ, son textos de una extraordinaria riqueza literaria y escritos en una forma de parábolas, que tienen la propiedad, la magia de provocar distintos puntos de vista y de interpretación, dependiendo de la persona que lo lea, del estado anímico con el que sea, de la situación en la que se lea y sobre todo del grado de madurez y conocimiento con el que se lea e intérprete, por ello, además de ser nuestro CORPUS SAGRADO, además de ser el mensaje de Olódùmaré para la humanidad, también fue declarado patrimonio de la humanidad.
ORÍKÌ ÒRÚNMÌLÀ
(Alabando al Espíritu del Destino)
Òrúnmìlà elérìn-ìpin, Aje ju gún, Ibi keji Olodumare akoko Olókun
Orúnmila, dé testimonio de la Creación, proveedor de la medicina poderosa que está al lado de la joya del océano.
Ajao ikoto ara Ado, ara Ewi, ara oke Itase, ara ojumo,
Saludos al nativo de Ado, al nativo de Ewi, al nativo de la montaña, al nativo del alba.
Ibiti ojo ti nmo, waiye ara oke l’geti okeje oje.
El lugar donde llega el alba, el lugar donde el nativo del Cielo viene a la Tierra.
Erin fon olagilagi okunrin, ti nmu ara ogidan le, alakete pennepe,
El elefante nos protege del mal de los hombres, es comprensivo y fuerte, y forma una calabaza de luz blanca,
Pari ipin, oloto kan to ku l’aiye, Oba iku ja gba omo re sile,
Las materias pequeñas se despliegan, un hombre honrado puede morirse en cualquier momento, el jefe protegerá a los niños de la mandíbula de la muerte,
Odudu ti ndu or emere, ma ba jo otun ori ti, ko sun won se. Ase.
El poder que protege la cabeza de los espíritus elementales, nunca se vuelve menos que la propia cabeza, porque es la fuente del poder. Asé.
ORÍKÌ ÒRÚNMÌLÀ
(Alabando al Espíritu del Destino)
Òrúnmìlà, ajomisanra, Agbonniregun, ibi keji Olodumare,
Espíritu del Destino, rocío eterno y fuente de vida, palabra y fuerza exultante, situado al lado del Creador.
Elerin-ipin, Omoope kan ti nsoro dogi dogi,
Testigo de la Creación, descendencia del eterno árbol de palma que chispea fuerza.
Ara Ado, ara Ewi, ara Igbajo, ara Iresi, ara Ikole, ara Igeti, ara oke Itase,
Nativo de Ado, nativo de Ewi, nativo de Igbajo, nativo de Iresi, nativo de Ikole, nativo de Igeti, nativo de la colina de Itase,
Ara iwonran ibi ojumo ti nmo waiye, akoko Olokun, oro ajo epo ma pon,
Nativo del Este, generador del mar, místico puro,
Olago lagi okunrin ti nmu ara ogidan le, o ba iku ja gba omoe si le,
Es el más poderoso quien da la vitalidad juvenil, quien rescata a los niños de la ira de la muerte.
Odudu ti ndu ori emere, o tun ori ti ko sunwon se,
El Gran Salvador que salva a la juventud, él salva al perdido,
Òrúnmìlà ajiki, Òrúnmìlà ajike, Òrúnmìlà aji fi oro rere l o. Ase.
Orunmila es digno de las súplicas de la mañana, Orunmila es digno de la alabanza de la mañana, Orunmila es digno de las oraciones para recibir las cosas buenas en la vida. Asé.
Bí o lo l ‘ode, kí o wá lé o. Mo júbà o. Mo júbà o. Mo júbà o. Ase.
Si va a cazar, debe venir a mi casa. Le rindo homenaje, le rindo homenaje, le rindo homenaje. Asé.
Nosotros
Nuestro fundador
Àràbà Mundial Odùgbemi
Yèyé Gbogbo Odùgbemi
Quiénes somos
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